El análisis político de una jornada frenética por el cierre de alianzas.
Definitivamente le bajaron el pulgar. El intendente Carlos Arroyo, si pretende la reelección en el cargo, deberá buscarla por afuera de Cambiemos. Tras arduas negociaciones, el jefe comunal vio frustradas las posibilidades de competir en unas PASO en Cambiemos, junto a Guillermo Montenegro (PRO) y Vilma Baragiola (UCR) o Maxi Abad ((UCR). Al cerrarse las alianzas electorales con vistas a las PASO, la Agrupación Atlántica no forma parte de Cambiemos.
De esta forma, tras más de tres años y medio de gestión de Arroyo en tensión constante con el gobierno de la Provincia, se hizo efectivo lo que se venía hablando off the record por parte de operadores provinciales y nacionales: “Ya no nos importa si mide o no, si suma o resta. Lo único que sabemos es que no queremos más quilombos y polémicas y es por eso que se decidió dar este corte. Si Arroyo quiere volver a ser intendente, que lo haga por afuera de Cambiemos”, expresó un altísimo funcionario provincial.
Con mucha más diplomacia, lo mismo le dijo Alex Campbell (uno de los armadores designados por la gobernadora Vidal) a Hernán Tillous y Guillermo Arroyo en La Plata, quienes hasta último momento intentaron convencer a los emisarios de la gobernadora de que por afuera de la coalición Arroyo le restaría votos importantes a la mandataria bonaerense. Nada importó. La decisión estaba tomada. Fue el corolario de desentendimientos, y un desgaste que se fue incrementando mes a mes.
La tozudez del jefe comunal en mantener en su cargo al secretario de Economía y Hacienda Hernán Mourelle, calificado como “una máquina generadora de conflictos cuando lo que se reclama es tranquilidad y unidad”, (desoyendo los pedidos de altos representantes de la coalición que pedían su renuncia) y la reciente reinauguración del Centro de Salud N°1 de Colón y Salta sin darle participación a la Provincia que había aportado los fondos para tal obra, terminaron de decidir a las máximas autoridades del gobierno bonaerense de que Arroyo ya no podía contarse como tropa propia.
Otros tiempos. Una foto de Vidal y Arroyo dialogando.
“Lo de Arroyo en Cambiemos está terminado”, apuntó anoche una altísima fuente de la Provincia, que también aclaró que tampoco estaba cerrado que el radical Daniel Salvador ya sea el candidato a vicegobernador. “Los radicales pidieron a Alfredo Cornejo como presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y Vidal quiere a Cristian Ritondo en ese lugar. Recién cuando se resuelva esa cuestión se oficializará el candidato a vicegobernador”, aseveró.
Hasta el sábado 22, el “arroyismo” tendrá tiempo para definir su futuro político. Hoy los escenarios son tres: seguir apoyando a Cambiemos, pero sin la posibilidad de reelección (lo cual parece imposible), ir con boleta corta o sumarse al lavagnismo, que es la chance que más se analizaba en las últimas horas entre los allegados al jefe comunal. De la mano de Luis Barrionuevo, el intendente podría recalar en las filas del ex ministro de Economía -quien el jueves estará en Mar del Plata- y que acaba de anunciar al salteño Juan Manuel Urtubey como compañero de fórmula.
Arroyo tiene buena relación con el gobernador norteño, resaltan con optimismo en su entorno. En contraposición, un allegado a Roberto Lavagna no se mostraba demasiado feliz con la posibilidad de que Arroyo sea el candidato local. Por el contrario, admitía ante LA CAPITAL que ellos ponen sus fichas en el concejal Santiago Bonifatti y el rector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, el socialista Alfredo Lazzeretti y sorprendió al comentar que “no descarten al concejal Ariel Ciano, a quien Lavagna aprecia desde hace años”. “No sería extraño que este jueves el mismo Lavagna en Mar del Plata le baje los decibeles a la pretensión de Arroyo de presentarse por esa fuerza”, reconoció la fuente.
¿Qué pasará con parte del gabinete?
Otro interrogante, tras lo sucedido en las últimas horas, tiene que ver con el futuro de los funcionarios del PRO del actual gabinete de Arroyo. “Es insólito que quienes son tus contrincantes políticos ante una elección, sigan estando en tu gobierno y en la toma de decisiones”, señalaba uno de los “arroyistas” puro, refiriéndose al secretario de Salud, Gustavo Blanco -se encuentra de vacaciones y no se descarta que renuncie cuando para sumarse de lleno a la campaña de Guillermo Montenegro-, el de Cultura, Cristian Rabe y el de Educación, Luis Distéfano, entre los funcionarios de primera línea. “El intendente está tranquilo, pero tenemos que admitir que esta decisión de la Provincia de bajarnos nos sorprende”, admitió finalmente el hombre de confianza del intendente, quien reconocía que tampoco sirvió de nada que el jefe comunal, en la noche del martes, sobreactuara sus elogios a la gestión de la gobernadora y el presidente en un reportaje concedido a un canal local, en lo que se leyó como el último intento por permanecer al abrigo de la coalición gobernante.
Se impuso La Cámpora
En lo referente al ex intendente Gustavo Pulti, encarará la próxima elección con “boleta corta”, ya que no le habilitaron las PASO en el kirchnerismo local que, una vez más, como sucedió hace dos años, no tendrá competencia interna llevando a Fernanda Raverta como candidata a intendenta. En el kirchnerismo, a nivel nacional, se discutió hasta la tarde del miércoles la conveniencia o no de que Pulti se sumara, por lo cual hubo llamados con todo tipo de ofrecimientos: desde garantizarle una diputación nacional hasta proponerle el ministerio de Turismo de la Nación en caso de imponerse la fórmula Fernández-Fernández en octubre próximo.
“No estoy buscando ningún cargo. Quiero ser intendente nuevamente previa participación en unas PASO con Raverta”, les repitió Pulti a sus interlocutores, quienes confiaban en que a último momento aceptaría sumarse y resignar su candidatura para buscar un tercer período como intendente.
Fernanda Raverta y Gustavo Pulti.
Por la tarde, el ex jefe comunal reunió a su tropa y le anunció que irían con boleta corta. De nada sirvieron tampoco los pedidos de Hugo Moyano, del dirigente de SuteryH, Víctor Santamaría, y de numerosos intendentes, a la hora de las “roscas” para que se dejara intervenir a Pulti en las PASO. Ni siquiera pudieron imponerse los deseos del precandidato presidencial, Alberto Fernández, de muy buena relación con Pulti, de contenerlo.
“Si tengo que ir a unas PASO me voy a mi casa“, expresó con energía Raverta en el Instituto Patria. Máximo Kirchner defendió a capa y espada su candidatura. “Hace años que están laburando, formando cuadros y trabajando para quedarse con la intendencia. ¿Se la vamos a regalar a Pulti que jamás fue generoso con nosotros mientras fue gobierno?”, refería en esa misma reunión otro alto representante de La Cámpora.
“Parece que lo de la apertura y la democratización queda para el versito. A la hora de demostrarlo, otra vez el dedo y el miedo a competir”, dispararon desde el pultismo. “Nosotros lo único que pedíamos era un programa común y las PASO. La respuesta fue que nos bajáramos cuando estamos arriba en todas las encuestas mientras ella aún es desconocida por más de la mitad de marplatenses y batanenses”, comentaron en el búnker de AM.
Desde el campamento de Raverta -si bien jamás pensaron en la posibilidad de bajar la candidatura de la diputada nacional- , no obstante, se lamentaban por la decisión adoptada por Pulti. “Vamos a terminar pescando votos en el mismo río lamentablemente pero nuestras chances están intactas” expresó un legislador provincial cuyo mandato concluye y que no pierde las esperanzas de ir por un nuevo período.
El desafío de Raverta pasará ahora no solo por fidelizar el voto kirchnerista -lo cual está segura de lograr- sino sumar nuevas adhesiones.
Por el lado de Pulti, enfatizando en el plano local, también habrá una ambulancia recogiendo los heridos que dejará sin dudas esta imposibilidad de que más sectores afines al peronismo pudieran definir sus candidaturas en elecciones abiertas. Lo cierto es que en el escenario marplatense ya se perfilan cuatro candidaturas “fuertes” a la intendencia: Carlos Arroyo, Gustavo Pulti, Fernanda Raverta, y quien se imponga en las PASO de Cambiemos, que hoy por hoy animarían Guillermo Montenegro y Vilma Baragiola con el apoyo de Maxi Abad.